RAÚL BAENA: "DUDE, WHERE IS MY CAR?"

lunes, 14 de octubre de 2013

PERIODISMO DE BANDERA, ¿NECESARIO O GERMINAL?

Desde hace unos años se está dando en nuestro país un periodismo de bandera, de camiseta, de bufanda y de todo lo que ustedes quieran. Y ya no sólo en los medios deportivos. En cualquier tertulia encontramos una mesa, una banca o una tribuna a derecha e izquierda del mediador, y los "periodistas", militantes de los bloques antagónicos aparecen dándose tortazos dialécticos (a veces entre ellos y, más frecuentemente, al diccionario) con el objetivo de decidir cuál de los dos bandos es el más déspota, ha pagado más por un jugador o es peor para la humanidad, en un acto de maniqueísmo propio de una psicología infantil.

Quizá sea ese el problema del periodismo de bandera, que lejos de intentar ensalzar los logros del grupo al que defienden prefieren tirar piedras al tejado del bando contrario, y a ver cuál se hunde antes. Por ello desaconsejo este tipo de tertulias pseudo-futbolísticas del corazón como fuente de conocimiento de este precioso deporte. Tertulias tipo Punto Pelota, Tiki-Taka o Estudio Estadio, donde aparecen personajes de la talla de Tomás Roncero, Carme Barceló, Paco García Caridad, Eduardo Inda, el sevillista ese del programa de Telecinco que hace de culé y cuyo nombre desconozco o Roberto Gómez. Gente que basa su conocimiento deportivo en lo que el humorista Dani Rovira llamaría "ná y porros", y que tiene como único cometido decir lo fullero que fue este entrenador, realzar los valores de un club al que no representan o contar, siempre según unas misteriosas fuentes de una existencia equiparable a la de Bob Esponja, qué entrenador o qué jugador vendrá, inventar lesiones y tergiversar declaraciones con la magia de la televisión.

Otra de las nuevas modas de estos programas, en pos de obtener una imagen de seriedad que perdieron pronto o que nunca tuvieron, es la de llevar especialistas para analizar una determinada jugada o incluso gente del entorno de algún personaje importante de este deporte para comentar el estado anímico de dicha figura. Que lleven un árbitro retirado para comentar las posibles jugadas dudosas de un encuentro me parece estupendo, una buena idea incluso. Pero, ¿de verdad es necesario llevar a un arquitecto (si es que tiene esa titulación) para medir la altura a la que ha saltado Cristiano Ronaldo? ¿En serio es imprescindible sacar a Iturralde González hablando del estado anímico de Muñiz Fernández tras su error en el Elche-Real Madrid?

La prensa deportiva ha llegado a tal punto que a muchos de los nombres propios entrevistados últimamente se les ha preguntado por el tema de taberna de la semana. Por ejemplo, ¿qué necesidad tenéis de preguntarle a Cruyff por los millones que debe Rosell en Brasil? ¿O qué le importará a Pepe Mel que el Madrid se haya gastado 100 millones de euros en fichar a Gareth Bale? o, ¿¡es de vital importancia tener una charla con Arnold Schwaezenegger sobre los abdominales de CR7!? Estos son algunos de los casos que más me han llamado la atención. Joder, ¡que tenéis delante a grandes figuras a nivel nacional e internacional! Preguntadle por variaciones tácticas, por sus etapas de futbolista o por su pasado en las películas de acción, ¡pero no les habléis de esas tonterías, por Dios!

Todo el mundo tiene sus preferencias y sus sentimientos hacia un club o un jugador (incluso en este blog también tenemos a nuestrosfavoritos), pero si dejamos que nos influyan acabamos obteniendo la mierda de secciones de deportes que tenemos hoy día, la bazofia de periódicos que se venden por millones o el asquito de tertulias en las que no es posible escuchar un solo día una charla FUTBOLÍSTICA. Se me quedan muchas cosas en el tintero, pero si los menciono todos tengo que encuadernar el artículo con la pasta de una biblia. Recemos por una resurrección de los medios o tendremos que sacar otros que sí nos valgan.

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