El esquema de Carlo Ancelotti, ya sea por baja de unos jugadores, por necesidad imperiosa en el once de otros o por la mayor o menor capacidad de sacrificio de los que tiene, parece haberse terminado de definir.
El 4-3-3 con Alonso de mediocentro puro y Di María - Modric como interiores es inamovible. Tanto que no queda sitio para otros jugadores salvo lesión o sanción. También con un dibujo 4-3-3 comenzó la temporada el entrenador italiano, con las diferencias de Khedira por delante de los centrales (recordemos que Xabi por aquel entonces sufría una lesión que lo apartaría del campo durante diez partidos de Liga), Isco de interior izquierdo y Mesut Özil escorado a la banda derecha los dos primeros partidos de Liga, Di María tras la marcha del alemán.
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| 4-3-3 de principio de temporada |
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| 4-3-3 actual |
El primero, salvo por la ya mencionada presencia de Khedira en lugar de Alonso, es la puesta en escena de todos los "jugones" que tiene el equipo: dos laterales muy ofensivos, dos interiores con más calidad que físico a los que tenemos que sumar a Özil/Di María, hombres al servicio del equipo, un delantero con mucha movilidad y el mejor en asociaciones con segunda línea y, por último, la estrella del equipo, Cristiano. El segundo, igual en los laterales, el mediocentro más equilibrado del mundo aportando orden, el todoterreno Modric, el pulmón Di María, dos puñales por las bandas y el mismo delantero asociativo para permitir entrar a los extremos. Sobre el papel, esto es lo que tenemos. Pero, ¿y sobre el terreno de juego?
En el primer esquema el balance defensa-ataque está totalmente descompensado. Si nos inventáramos una ecuación en la que cada jugador vale 1 y ATAQUE + DEFENSA = 10, la incógnita ATAQUE valdría 6.5, y la incógnita DEFENSA, 3.5. Me salen decimales porque Modric es una bestia con una brutal capacidad para replegar cuando se pierde la pelota, y no puedo poner que Luka vale como dos tíos porque entonces me fallan las cuentas. Si a esto le añades que la dupla Pepe-Ramos era de lo más tierno y fallón a principios de temporada, esto nos deja, en una posesión del rival, unos laterales en campo contrario con un carril VAO por detrás y un equipo "fácilmente" contragolpeable. Además, la poca intensidad de la defensa permitía que casi TODOS los balones divididos dentro del área los recogieran los rivales. Para poner ejemplos visuales he elegido dos partidos en los que el Madrid ganó, fuera de casa, por 2-3 pasando muchos apuros: los partidos ante Levante y Rayo Vallecano.
Partido 2-3 ante el Levante en el Ciudad de Valencia
Partido 2-3 ante el Rayo Vallecano en el Estadio de Vallecas
En el segundo, y sobre todo con la llegada del nuevo año, la defensa parece haber espabilado. Carvajal se asienta poco a poco a medida que tiene minutos (aunque es muy joven todavía y comete muchos errores propios de la edad, la mayoría son cerca de la portería rival y son fáciles de subsanar), Pepe-Ramos vuelve a ser aquella muralla casi infranqueable de la etapa de Mourinho, y Marcelo sigue haciendo de las suyas en ataque, pero está escudado por el hombre que más kilómetros por partido hace de todo el universo: Di María, quien precisamente está siendo de lo más destacado este 2014. La presencia de Alonso ha hecho al equipo mejorar defensivamente una barbaridad, Modric cada vez es más genial -el recorrido que tiene en el campo está al alcance de muy pocos, porque saca la bola desde atrás, se mueve por derecha, por izquierda, toca, añade al equipo un punto extra de actividad, preciso en el robo e intenso en la presión... En definitiva, es un equipo equilibrado en defensa hasta el punto de haber encajado 4 goles en 9 partidos desde que empezó el 2014, 2 tantos en 8 encuentros hasta el partido contra el Villarreal.
En los hombres de ataque, Bale resuelve un partido cuando puede/quiere, Jesé se está destapando como un proyecto de estrella mundial, Karim trabaja para el equipo más de lo que parece y Cristiano, perdido estos últimos partidos, volverá muy pronto (si no es hoy lo hará mañana) y nos hará ver a todos una vez más que el Balón de Oro no fue ningún regalo. Quizá la asignatura pendiente de Carlo sean las rotaciones, porque jugadores como Casemiro, Nacho, Morata e Isco, preparados para jugar de inicio cuando el míster lo requiera, no están contando con los minutos que quisieran para enseñar qué pueden aportar al equipo. En resumen: muy positiva la evolución del 4-3-3 de Carlo Ancelotti.
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