No descubro la pólvora si digo que ante actitudes positivas de los jugadores, el mayor beneficiado es el equipo, y que para adquirir ese estado anímico el futbolista tiene que aparecer con cierta frecuencia en el once de inicio, cosa que depende en buena parte de él mismo. No es tarea fácil tener que echarse el equipo a la espalda partido tras partido, y ahí es donde aparecen las figuras de Cristiano, Messi, el Bale de Londres, el Soldado ché o Rubén Castro, por señalar alguno en representación de los equipos modestos.
Como ya he dicho, para eso el jugador debe estar entre los titulares de forma continuada. A la memoria se me vienen dos casos, el de Raúl Albiol y el de José Callejón. El central valenciano cuajó una muy buena temporada el año de Pellegrini en el Bernabéu, pero la llegada de Carvalho y el posterior regreso de Ramos al eje de la zaga lo dejaron sin sitio entre los titulares. Además, demostró una falta tremenda de concentración y exceso de errores debidos a la falta de ritmo competitivo en las pocas oportunidades que tuvo. Por otra parte, el caso del motrileño es diferente. Con Mourinho, gracias a su ímpetu, disposición para jugar donde fuera (lo llegó a hacer de lateral izquierdo) y un poco también a lesiones de compañeros, tuvo cierta presencia en el equipo como comodín o "jugador número 12", pero sobre todo a final de la temporada pasada ese rol le dejó de pertenecer. Ahora ambos están gozando de continuidad en el Napoli de Benítez y cuajando buenas actuaciones, sobre todo el extremo, quien se ha ganado a pulso un lugar en banda derecha imponiéndose a jugadores de la talla de Mertens o Zúñiga a base de mucha verticalidad y goles.
A pesar de ello, los que atesoran serán imparables cuando se sepan así. El día en que se encuentren inspirados y con un buen feeling para intentarlo todo, la mayoría de las ocasiones saldrán victoriosos de sus duelos, tanto en el que cada uno libra por superarse a sí mismo como en el del equipo ante su rival. Por supuesto, este chico no iba a ser menos. El derroche de confianza del 10 blanquiverde le llevó a endosar un hat-trick al Hércules en el partido que su equipo ganó 4-2 en el Arcángel. En cuanto a las sensaciones visuales, los goles parecen más propios de un delantero como Falcao que de un enganche de 1'72m.
Si no es por un exceso de confianza en sí mismo, un jugador de varios palmos menos de altura no se mete a rematar con esa soltura al área y hubiera buscado un posible disparo de segunda jugada, pero él lo hizo así y salió vencedor por partida doble. Del gol que rubrica el triplete, quizá habría que decir que estamos hablando de un jugador zurdo, pero no creo necesario apostillar nada más. Sin duda, esperamos ver a este chico cuajar buenas actuaciones durante mucho tiempo en nuestro país. Es un gusto saber que hay talento de sobra lejos de las estrellas que acaparan los focos.
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